Jerez ha asumido un rol central en el conflicto entre cárteles debido a la producción y el tráfico de narcóticos por su proximidad con zonas de cultivo de amapola y mariguana.
Por Max Radwin
Zacatecas, 11 marzo (Insight Crime).-La oleada de violencia en la ciudad de Jerez, Zacatecas, por cuenta de la guerra que libran los grandes carteles de drogas tras el control de este territorio estratégico para el tránsito y producción de estupefacientes se ha intensificado desde el inicio del año.
Los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), los dos grupos narcotraficantes más fuertes de México, protagonizaron violentos tiroteos a lo largo de enero y febrero en un intento de afianzar su presencia en el estado de Zacatecas.
La ciudad de Jerez, localizada en el suroeste del estado, está asumiendo un rol central en el conflicto por la producción y el tráfico de narcóticos debido a su proximidad con zonas de cultivo de amapola y mariguana, y sus numerosas conexiones con autopistas y puertos aptos para mover cargamentos de drogas.
A mediados de febrero, la ciudad padeció un enfrentamiento de siete días que incluyó tiroteos, granadas y vehículos en llamas, lo que obligó a la policía estatal y a la Guardia Nacional a lanzar una respuesta que abarcó casi todo el estado con el fin de contener la violencia.
Adicionalmente, se ha denunciado que civiles armados, probablemente asociados con alguno de los carteles, han protagonizado ataques a la policía que patrulla la ciudad.
Jerez es un pueblo mágico, designación dada a ciudades pequeñas de México con especial valor histórico y cultural. Por tradición, dichos pueblos se han considerado destinos turísticos seguros.
Sin embargo, la violencia parece estar extendiéndose por todo el municipio de Jerez, que contiene la ciudad del mismo nombre. A finales de febrero las autoridades hallaron dos bolsas plásticas con partes humanas en la población de El Duraznillo. Los restos se encontraban en un estado tan deplorable que debieron enviarse a un laboratorio para confirmar el sexo de las víctimas.
Desde que comenzó el año, más de 200 personas han sido asesinadas en esta zona por rivalidades entre los carteles. El secretario de seguridad del estado, Arturo López Bazán, afirmó en entrevista con InSight Crime que muchas de las víctimas han sido expendedores de drogas de bajo y mediano rango, distribuidores, vigilantes y asesinos, entre otros colaboradores que necesitan los carteles para sus operaciones cotidianas.
“Es una situación que no ha parado y creo que no parará hasta que uno de ellos expulse al otro”, anticipó el secretario de seguridad.
Desde el comienzo del año, el Cartel de Sinaloa ha hecho circular más panfletos y otras formas de propaganda, lo que indica que en la actualidad tiene mayor control sobre el estado, puntualizó López.
Mientras tanto, el Cartel de Jalisco Nueva Generación ha aprovechado la cuarentena impuesta por las autoridades a partir de la pandemia de COVID-19 para aumentar la presión sobre sus rivales y establecerse en Zacatecas. En abril del año pasado, miembros del CJNG hicieron circular un video en el que declaraban que el estado le pertenecía a El Mencho, jefe del grupo. También colgaron narcomantas en 17 municipios declarando su control.
La actual ola de violencia ganó más fuerza en agosto pasado, cuando grupos criminales locales de menor tamaño comenzaron a intervenir en el conflicto. Por un lado, Los Talibanes y el Cartel del Noreste tienen alianzas con el Cartel de Sinaloa, mientras que el CJNG trabaja con el Cartel del Golfo.
ANÁLISI DE INSIGHT CRIME
Jerez se ha convertido en el blanco de la violencia por su ubicación estratégica para el tráfico de drogas y otras economías criminales altamente lucrativas.
La ciudad se encuentra en la intersección de dos autopistas nacionales, así como entre importantes centros urbanos, como Monterrey, y la frontera con Estados Unidos. Eso no solo facilita el movimiento de fentanilo y otras drogas, sino que es ideal para el tráfico de armas y la trata de personas, otras dos economías criminales importantes en el estado, según señaló a InSight Crime Arturo López.
Jerez también está cerca de las zonas montañosas de Jalpa y Tlaltenango, que además de servir como fortines rurales para los carteles, son importantes zonas de cultivo de amapola y marguana.
Como en gran parte de la zona, la presencia policial es débil en Jerez. Dada la gran extensión del estado de Zacatecas, y a que la violencia se presenta en varios municipios, muy distantes unos de otros, puede ser difícil para las autoridades dar una respuesta ágil, dijo López.
“Puede haber fuerte presencia en las ciudades, mientras que en las zonas montañosas las cosas siguen igual. Si se orientan recursos a las montañas, la situación se desplaza a las ciudades. Ha sido complicado” afirmó.
También señaló que los diferentes organismos de orden público del estado están trabajando para mejorar su coordinación, los tiempos de respuesta y reducir la impunidad. Adicionalmente, a finales de febrero, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó una mayor presencia de la Guardia Nacional en el estado para apoyar la campaña de las autoridades locales.